BAR

Lóbrego, oscuro.
Miradas perdidas, humo en el ambiente,
Gente moviéndose frenética.
No se preocupan por el futuro
Los que lo frecuentan.
Metanol en sus venas,
Corre como Pedro por su casa.
No saben lo que es la Espasa.
Sólo quieren dinero,
Para una dosis de eso que llaman cubata
Que no es muy fuerte pero mata.
Así se escapan sus vidas.
Entro, luces me ciegan pero algo veo,
Los trajes brillantes de dos mulatas,
Que bailando los matan,
Como se mueven,
Esperando que alguien llegue
Y les diga ¿hola?, para ver si consiguen
Pillar algo esta noche,
Porque casa está muy lejos
Y hay que ir en coche.
Al fondo está la pista,
A la que nadie llega,
Pero que a todos despista, con el ruido
Del reggaetón en el que estoy metido,
Que no me gusta pero bailo.
Me acerco a la barra,
Reviso mi cartera por si no llevo pasta,
Y es que sin pasta no hay nada.
Espero, a que venga la camarera,
O el camarero.
Me pido un cubata.
Me siento importante,
Aunque también una rata,
En una cloaca de humo.
Estoy aquí pero intento exhalar
Un poco de libertad
Y es que estoy metido,
En lo que algunos inocentes llaman bar.